Sobibor fue destruido en octubre de 1943 tras un
levantamiento de los presos. Por el temor que los pocos que escaparon
denunciaran la existencia del campo, los nazis lo arrasaron completamente y
sembraron árboles sobre sus ruinas, a fin de ocultar los crímenes cometidos
allí. Los arqueólogos han logrado desenterrar los cimientos de las cámaras de
gas y la plataforma donde se detenía el tren de carga, además de una gran
cantidad de objetos personales, pertenecientes a las víctimas. De esta manera
se ha podido reconstruir la terrible historia detrás del nombre Sobibor, la
cual solo se conocía a través de testimonio de algunos sobrevivientes.
Entre los cientos de objetos se encontró un medallón
pequeño, de forma triangular, el cual lleva de un lado la palabra Mazal Tov
escrita en letras hebreas; una fecha: 3.7. 1929 y un lugar: Frankfurt. En el
otro se lee la letra hebrea "jei", la cual es una referencia a Dios,
y tres estrellas de David.
Las investigaciones realizadas por los expertos en Yad
Vashem suponen que la prenda perteneció a Karoline Cohn, una niña judía que
nació en Frankfurt el 3 de julio de 1929. Este dato fue confirmado en el
registro de población de Frankfurt que menciona que solo una niña judía nació
ese día, Karoline Cohn.
Ahí, al lado del camino que llevaba a las cámaras de gas,
Karoline dejó caer su colgante y permaneció enterrado por más de 70 años, hasta
que fue hallado para otorgarle una identidad a su dueña.
En otros espacios de investigación, se encontró un objeto
similar, perteneciente a otra joven nacida en Frankfurt y asesinada también por
los nazis: Anne Frank. Ambas chicas nacieron en Frankfurt en 1929 y no se ha
encontrado evidencia de alguna relación entre las dos. El colgante hace suponer
que era un objeto común que se regalaba a un recién nacido.
Los hallazgos de las excavaciones en Sobibor constituyen un
aporte importante a la documentación y el estudio del Holocausto y nos ayudan a
entender lo que en verdad ocurrió ahí. Su importancia aumenta conforme se
descubren más y más capas. En cada etapa de las excavaciones, se revelan más
elementos de Sobibor, se encuentran más objetos personales y se expande el
conocimiento sobre el día a día en el campo, que quizás fuera más terrible de
lo que hasta el momento se había supuesto. El medallón hallado demuestra lo
significativo de la investigación arqueológica en los sitios de los territorios
una vez controlados por los nazis. La emotiva historia de Karoline simboliza el
destino fatal que compartieron los judíos en Sobibor y en todos los campos.
Fuente: The Times of Israel